Hace unos días tuvimos el placer de contar para la administración del foro Acuario Rosa con Paula (nick: Ich?), una chica polifacética: Estudió Historia del Arte y ha tenido «mil curros distintos»: trabajó de camarera, de productora de eventos y conciertos, de lectora editorial, etc, etc… su trabajo actual: prefiere no mencionarlo…
Es vegetariana. Vive en Madrid y sus acuarios son más pequeños de lo que a ella le gustaría porque tiene una vida «itinerante» (el año pasado hizo 5 mudanzas): «Tal vez por eso me he obsesionado con los bichos pequeños».
Hola Paula. Gracias por aceptar mi invitación. Lo quieres solo o con leche.
Para desayunar, con leche de soja.
¿Cómo te enganchaste a este hobby?
Como ya te comenté en el foro, podríamos remitirnos al primer acuario que tuve, pero no sería cierto. Esas navidades también me regalaron una barbie y creo que no ha influido en mis aficiones actuales lo mas mínimo. Tiene más que ver con cierta obsesión con la etología, con las jardinería y las manualidades… Empecé antes de tener acuario, con la curiosidad de mirar en internet foros y páginas para conocer las posibilidades del hobby; posibilidades que con el objeto en sí, algo fantástico de la era digital, porque nos evita esos errores que se cometían antes (uno se compraba un tanque, lo llenaba de sirenas y peces de colores y cuando palmaban trataba de corregir una serie de incontables errores). A mi primero me picó la curiosidad y luego decidí probar a ver que salía ( de hecho me considero en período de prueba, anda que no queda…)
Por supuesto, creo que todos tenemos en común ese gusto por mirar los bichos, ese punto infantil en el que si levantas una piedra y ves un gusano, en vez de decir, ¡Qué asco! y matarlo, te agachas y lo miras retorcerse un rato antes de volver a protegerlo con la guarida que le desmontaste. Y por supuesto, te vuelves sin decir nada para que los demás “adultos” no piensen que eres: a) un ñoño, b) un chalao o c) un guarro.
¿Es compatible volver a montar el escondite del gusano con mantener peces encerrados entre cinco cristales?
Lo que tiene en común el gusano y los peces es la revelación de un secreto, de algo tan evidente que normalmente pasa desapercibido, pero claro, un día estás mirando los peces del acuario del dentista, o un gusano debajo de una piedra, o una hormiga levantando un kiko y te viene como una aparición mariana: ¡Ostias! ¡Ese bicho está vivo y es perfecto! Y el ser humano, cuando descubre algo quiere poseerlo. Le ponemos nombre ( la primera forma de posesión), lo delimitamos.. Y lo encerramos.
Y ahí aparecen los cinco cristales
Pero no ves mal encerrar unos cuantos peces entre cinco cristales…
Pues depende. ¿Ves mal tener un gato en una casa? Pues depende. Si se respeta su espacio, se vigila su salud, se cubren sus necesidades y se asume su instinto no. El problema es que mantener a cualquier animal en las condiciones necesarias para que tenga una vida digna no es tan sencillo. Podríamos divagar hasta el asunto de la dignidad animal y el concepto de objeto de consumo, pero si eso lo ampliásemos a nosotros mismos, ni siquiera tendríamos hijos. Todo tiene un equilibrio.
Algunos lectores de Acuario Rosa saben lo que me indigna el tema de los toros… En general me indigna cualquier maltrato animal, pero en especial la tauromaquia porque hasta le llaman arte… Me gustaría saber tu opinión al respecto
Verás, Oscar, a mi me sorprende la complejidad que ha tomado este tema gracias a los medios de comunicación. Hasta hace poco los toros eran una afición reducida a un grupúsculo de ancianos, horteras, aristócratas y población MUY rural , mientras que el resto, o lo ignoraba o estaba deliberadamente en contra. Sin embargo, gracias al apelativo de “Fiesta Nacional” se ha vinculado directamente al patriotismo español y últimamente parece que criticar la “Tragedia” (denominación mucho mas adecuada) es atacar a la unidad de España (respecto a esto, no voy a dar mi opinión al respecto porque me eternizaría). Sin lugar a dudas políticamente se está usando para hacer lo que yo llamaría “las cortinas de humo del populismo vergonzoso”. Mientras en Madrid Aguirre los defiende y en Barcelona se prohíben las corridas pero no los ” Corre Bous” ( no sé qué me parece más cruel, si meter al toro 20 minutos en una plaza para morir apuñalado o dejar a una masa enfebrecida que lo linche) un país con la friolera de 4 millones de parados, en el que la mayoría se encuadran precisamente en la edad no solo idónea para trabajar sino para definir el panorama laboral del resto de su vida, se encuentran debatiendo algo que a nivel político realmente no tiene ninguna importancia, en vez de echarse a la calle por una situación insostenible (sino, pensemos en los disturbios producidos en Grecia por un 8 % de paro, nada que ver con nuestro veintipico % tan cabal, tranquilo y cómodo para nuestra clase política). Por supuesto los Toros solo son una parte de todo esto, el fútbol, la ley del aborto, la legalización de la muerte digna (no de la eutanasia, con eso aún no se atreve nadie y además da mucho dinero a las farmacéuticas mantener enfermos de larga duración), las leyes del tabaco etc. definen este panorama de regulaciones de la vida cotidiana mientras ocultan las carencias de un estamento dirigente que intenta actuar en lo pequeño pero no se atreve a meter mano a lo grande. Por decirlo de alguna manera, en esta casa no tenemos cimientos y los partidos políticos pretenden que elijamos las cortinas.
Dicho esto, para situarnos un poco en el contexto de lo que estoy hablando, el tema de los toros, exento de esta carga política, es mucho más sencillo. Se trata de un evento vinculado históricamente a un contexto social que ya no tenemos, y encuadrado en el margen de una evolución moral distinta a la actual. Hay que pensar que el momento cumbre de su conformación coincide con el de la Ilustración, pero a pesar del bonito nombre que acompaña a este momento, la realidad tiene que ver con al invasión francesa, resuelta en una cruenta guerra donde las mutilaciones monstruosas estaban a la orden del día, y con Fernando VII, que fue mal rey, mal padre, mal hijo y un mentiroso ( “Caminemos juntos y yo el primero por las sendas de la Constitución” fue el inicio de la carta que envió a los españoles para que, empujados por ese orgullo patrio lo devolviesen a casa… Y cuando lo trajeron empezó a pedir las cabezas de los constitucionalistas en una pica). Te preguntarás por que te cuento todo esto… La respuesta es muy sencilla: Estamos hablando de una sociedad que vivía en una economía de subsistencia, donde la violencia más brutal era el pan de cada día. Acostumbrados a ver personas desmembradas, no le podemos pedir a un ciudadano del siglo XIX que tenga una visión de la ética como la nuestra, donde el dolor apenas existe y la muerte es un fenómeno casi anecdótico ( por ejemplo, la gente hoy se sorprende cuando uno comenta que hace 100 años la principal causa de mortalidad en mujeres era el parto).
De esta manera, nosotros no podemos justificar moralmente las mismas cosas que se podían justificar en un contexto tan diferente como el que estamos mencionando. Es como comparar a “El Payaso Pogo” ( el serial killer) con un niño soldado.
Dicho esto el arte del toreo (el término arte sería correcto en su acepción latina: técnica) actualmente nos plantea dos cuestiones. La primera es que no se adecua al código ético contemporáneo. Te propongo una prueba: Busca a un pro-taurino y dile que has visto a un yonki pegándole a su perro durante 20 minutos y que al final le ha metido un navajazo. Pensará lo mismo que tú. Entonces ¿donde esta el problema? ¿ En el toro?
Te responderán que si no hubiese toreo los toros no existirían (como evidentemente no existen los búfalos, los ñues, los alces, los ciervos y otras bestias de mas de 500 kg, fruto de la memoria colectiva y la imaginación bizantina). Ironías aparte es cierto que sin un motivo económico su población se reduciría, como la de los burros, pero seguirían existiendo aunque fuese por romanticismo o subvenciones.
De hecho, subsistieron desde los antiguos romanos hasta el siglo XVII sin ser objeto de escarnio ni de usufructo ya que su escasa ganadería cárnica no estaba ligada a la lidia, sino algo mucho mas parecido a la matanza, y dada su bravura era mas sencillo acceder a otro tipo de bóvidos que no solo eran menos agresivos sino también más grandes.
Llegando aquí nos encontramos con el segundo gran punto de inflexión: el ritual vacío de significado.
El toreo parte de una realidad tan flagrante como es el hambre. Sin el hambre no tiene sentido la fiesta del cordero, la pascua cristiana, las hecatombes romanas ni el día de Acción de Gracias.
Vivimos en una sociedad sobrealimentada que identifica el hambre con ese estado de inquietud entre que sales del trabajo y te sientas frente al plato. En esta realidad no tiene ningún sentido el sacrificio festivo de una bestia para alimentar a la comunidad.
Y luego está la defensa del ritual: el toreo tiene una serie de cargas iconográficas prácticamente ignoradas por la mayoría de sus aficionados. Es como escuchar un haiku clásico sin hablar japonés. Será cojonudo, pero no se entiende nada.
Por otra parte claro que hay algo sublime en la belleza de la danza, el riesgo, el juego a vida o muerte, el valor o la técnica, no seré yo quien niegue ese instinto tan primitivo y tan humano de quedar fascinado por la violencia y la muerte.
Sin embargo, la estética y la ética han de avanzar juntas para evitar un colapso..
Sucumbir a esa fascinación primitiva significa renegar de cada uno de los pasos de evolución moral y empática que nos han conducido hasta nuestra realidad actual, significa pues una retroevolución,que ademas no es tan digna como esa visión primigenia gestada antes que el concepto, sino que implica el menosprecio tácito y voluntario de todos los acuerdos sociales de la memoria colectiva sin coger los conceptos culturales del toreo original.
¿Y el argumento de los pro-taurinos de que se perderían muchos puestos de trabajo o que se perderían las dehesas?
Las dehesas existen gracias a las subvenciones. Esos gastos se podrían asumir desde el concepto de patrimonio ecológico, como cualquier otra reserva natural, sin que nadie se lucre con la ganadería de lidia. No necesitan un mantenimiento tan costoso ( dado que son así desde tiempo inmemorial por que forman parte de la adaptación a un entorno) y asumirían cualquier otro tipo de ganadería bovina, como la lechera, en el hipotético caso de que se quisiese seguir sacando un provecho extra ( leche que por otra parte sería mucho mas deseable que la que consume la mayor parte de la gente no solo por la evidente calidad de la misma, que ganaría en valor proteico, sabor y aromas, sino por que al menos no provendría de la explotación agresiva de las granjas industriales). Y respecto a los puestos de trabajo primero: no son tantos, segundo, de los que hay, muchos son temporales, tercero, el valor del trabajo en este tipo de haciendas es inversamente proporcional al capital que te llevas por el. El dueño del a ganadería no le afeita los pitones al toro.
Además existen muchos mas oficios tanto o mas antiguos que no se defienden ni con la mitad de ahínco y que están avocados a desaparecer, hablo de casos que conozco: gremios vinculados a la alfarería, la vidriera, la hojalatería, la taracea o el esmalte, todos ellos de una importante carga histórica y artística que no solo no le importan a nadie sino que además, aquellos que osaron dedicarse a ello han tenido que buscarse las castañas por otro lado (pongo el caso de un ceramista de Toledo, de los pocos que aun utilizan los metálicos moros en cuerda seca que en una feria de una semana con suerte puede ganar unos 100 euros). Es hipócrita pues, defender unos puestos de trabajo por su carácter histórico-“artístico” cuando se desprotegen y se minusvaloran otros mucho mas complejos.
Pero como te comente al principio, esto es una cortina de humo con connotaciones políticas a la que la mayoría de la gente se adhiere en base al mismo criterio con el que un “lego” defiende al Madrid o al Barcelona.
Cambiemos de tercio 😉
¿Qué opinas de los foros en general y de los de acuariofilia en particular?
Yo consumo dos tipos de foros: Los de información y los de discusión. Concretamente a los de acuariofilia una va buscando información y ofreciéndola. Foros muy grandes como el de dr. pez sirven para consultas puntuales, foros específicos, como Bettas MX, para profundizar en temas y seleccionar datos… Y este.. Este es un foro distinto. Me gusta por que pese a que hay auténticos entendidos (vease freaks), nadie da lecciones, existe un ambiente crítico a los dogmas sagrados de algo tan impreciso como es aún la acuariofilia y un compadreo amigable…
Y luego están los foros de discusión, yo los llamo foros de combate, pero no tiene nada que ver con los peces… Que es donde libero a la listilla insufrible que llevo dentro y entreno el único arma que se afila con el uso..
¿Cuál crees que es la causa de que las mujeres sean minoría aplastante, no sé si en la acuariofilia en general, pero sí evidentemente en los foros?
Por poner un ejemplo: porque mientras tu estas sentado delante del ordenador, su señora, de usted, le este limpiando a su hijo, de los dos, los mocos y preparandoos la cena a los tres.
Digamos que el tiempo de ocio de una mujer trabajadora media sigue teniendo una carga de casa cuatro veces superior a la de un hombre. Yo me considero una afortunada excepción. pero muchas señoras no pueden tener hobbies tan intensos porque no tiene tiempo para dedicárselo. Por suerte, poco a poco, las cosas cambian.
¿Qué tipo de acuariofilia te gusta más?
Empiezo con lo que no me gusta, mejor:
Está lo que yo llamaría “acuariofilia accidental” que es esa que se practica cuando alguien quiere poner un objeto decorativo en su casa y comete el error de meter un acuario de 200l con su barco, su buzo, su cofre del tesoro, sus plantas de plasticazo y sus escalares con carasius, neones, guppies y una nutria… Y alos tres meses manda a tomar vientos ese reducto de muerte y dolor…
Tampoco me gustan los Monster Tanks. Nada. Reconozco que hay gente que hace auténticas virguerias, y con esos, chapó, si te puedes montar una piscina arenosa para tener rayas de agua dulce ( bichos fascinantes donde los haya amen de realmente preciosas) ole tu, pero me parecen casos muy aislados. Normalmente ves cosas feas, con bicharracos hacinados y.. bueno, yo no me veo dándole de comer a un bagre ratones y carpas koi.
Ahora entre mis preferencias… El paisajismo me encanta para verlo (no para sufrirlo, también lo digo). Soy mas de recreación de biotopos, un poco ficticia, claro… Aunque siempre la pifio con alguna planta que me gusta y si me cuadra, pues… Mira.. Cuela… También esta el tema del intercambio: Yo te paso una poda de tal y tu me das un manzana de pascual… Total.. Que al final, mi meta es que no haya demasiado batiburrilllo, que los bichejos estén felices y que a mi me guste. No me gusta mucho el rollo hiperdogmatico de algunos tipos… En el fondo el paisajismo acuático es una creación absolutamente artificial de una proyección humana, en muchos casos regida por modas, así que cerrarte a lo que debe ser un Iwagumi o acatar normas a cerca de la distribución de las plantas no va conmigo…
Con los marinos…No me atrevo y ademas me da algo de cosita… No me preguntes porqué, pero son cosas que veo bien en el Acuario de Gijón, pero no en un piso. seguramente sea un prejuicio, pero… No lo veo claro.
Me gusta el agua dulce. Si es un asiático o un amazónico, me gusta que casi no se vean peces o invertebrados… Con los africanos, como mi experiencia se basa en los killis… No me atrevo a opinar… Esos boca-ranas son otro mundo, pero he de reconocer que me atrae mucho, precisamente por la sobriedad decorativa del asunto… Sin embargo tengo en mi cabeza como lo haría y aún no he visto muchos que sean como yo lo haría.
Es que no me gustan los fondos pintados ni con relieve.. Que le vamos a hacer…
Ah! Y flipo con los holandeses asilvestrados, justo antes de meterles la tijera de la poda… Ya ves tu… Me gusta el desorden…
¿Cómo sería tu acuario ideal si no tuvieras limitaciones de tiempo, espacio, dinero…..?
Si no tuviese limitaciones de nada, la palabra acuario en singular no me vale…
¿Puedo soñar?
Pues mira, tendría un invernadero gigantesco de hierro y cristal como los del siglo XIX, dividido en continentes, con unos dos biotopos por continente, con árboles, lianas, plantas crasas.. Lo que convenga a cada zona… Y realizaría pequeñas charcas con un lateral visibles de buenas dimensiones en torno a unos pasillos que estarían mas o menos soterrados un metro por debajo del nivel del suelo donde me haría un bonito arrozal para anabántidos, un estanque para kois, un malawi, un pedacito del amazonas para apistogrammas y ancistrus…
Es que, chico, sin limites de tiempo y dinero… Yo divago mucho…
Comentarios recientes